La
legendaria Carpa Secheep cumple 15 años
Conde Olgado: ¿La luz al final del túnel?
Por Vidal Mario
¿Qué
significa democracia para quien quiere trabajar y no le dejan?
Es
la pregunta que desde hace 15 años se hace Miguel Benito Conde Olgado, quien el
12 de julio de 2000 levantó una carpa, a esta altura ya legendaria, en protesta
por su despido de Secheep. Ahí está desde entonces, esperando volver a
trabajar.
Sin embargo, como
fruto de su inagotable paciencia y perseverancia, éste hombre ya estaría a
punto de ver la luz al final del túnel.
Ello
sería así en tanto y en cuanto el gobernador Capitanich (quien en su campaña
del 2007 le prometió que lo haría volver a su puesto) tendría en sus manos un
proyecto de decreto al respecto.
Los
considerandos de dicho borrador consignan, puntualmente: “Desde el inicio de la
actual gestión de gobierno existió y persiste la firme voluntad política de
arribar a un consenso que otorgue finiquito al prolongado conflicto existente
entre el trabajador Miguel Benito Conde Olgado y el Estado provincial, el cual
llevó al primero a instalar y mantener una carpa en la vereda del edificio
metropolitano de Secheep, de público y notorio conocimiento”.
Vale
la pena reproducir, también, los tres primeros artículos del potencial decreto
de Capitanich, destinado a devolverle a éste hijo de agricultores de Margarita
Belén la dignidad del trabajo:
“Artículo
1°).- Exhórtese al Directorio de Servicios Energéticos del Chaco Empresa del
Estado Provincial para que, en ejercicio de las facultades y atribuciones
otorgadas por la normativa legal y estatutaria vigente, disponga la
reintegración y consecuente nombramiento del señor Miguel Benito Conde Olgado,
DNI N° 12.343.551, como agente de planta permanente de la Empresa.
Artículo
2°).- Instrúyase al Directorio de Servicios Energéticos del Chaco Empresa del
Estado Provincial para que el reingreso del señor Miguel Benito Conde Olgado se
formalice en un cargo de la Categoría 12 de la estructura orgánica interna,
debiendo arbitrar cuanta medida administrativa u organizacional resulta
necesaria y conducente para habilitar la vacante y reubicar al agente en un
ordenamiento escalafonario igual al que ocupaba antes del cese o la
equiparación que corresponda en funciones acordes al momento de su egreso.
Artículo
3°).- Reconócese a favor del señor Miguel Benito Conde Olgado los servicios no
cumplidos ni sujetos a licencia por el período comprendido entre la fecha de
baja y la efectiva reincorporación, a todos los efectos previstos en el
Artículo 23° de la Convención Colectiva de Trabajo N° 36/75, por aplicación analógica
de las disposiciones contenidas en el decreto provincial N° 1482/78 de Régimen
de Certificación y Cómputo de Antigüedad para el Personal de la Administración
Pública Provincial”.
“Un
perfil reclamante”
Conde
Olgado jura y perjura que fue expulsado de la empresa sin prueba, sin razón y sin motivo, sólo porque como delegado
gremial sostenía un perfil reclamante ante los casos de desabastecimiento,
inmoralidad y corrupción que imperaron en Secheep en un determinado momento de
su historia.
Cuenta
a todos los que pasan por su carpa que su pecado fue participar activamente en
la lucha abierta para abortar el recordado proyecto de privatización de la
empresa lanzado por el gobierno de Ángel Rozas. Logrado el objetivo de que la
misma quede en el seno del Estado provincial, se produjo otro cortocircuito:
ahora pretendían tercerizar los servicios. Como empleado y delegado gremial,
dice, no podía hacerse el distraído ante éste nuevo frente de tormenta, y otra
vez actuó como correspondía.
Así,
de a poco, se iba granjeando fuertes enemigos en las altas cumbres de la
empresa. En 1990 comenzaron a aparecer las primeras amenazas de despido.
El
hombre del que hablamos era supervisor de Toma de Estado y a la vez encargado
del área Medición de Consumo de Grandes Potencias. Ésta última función acrecentó
aún más sus problemas. En los operativos de relevamiento de medidores detectó
la existencia de “grandes potencias”, según una expresión popular, “colgadas”.
Incorporó al sistema a tales poderosos, intocables, consumidores, con lo cual
recuperó millones de kilowats de consumo.
Debería
haber sido felicitado cuando esos no incorporados al consumo empezaron a pagar
sus facturas. Pero recibió observaciones del tipo “¿por qué le facturaste a tal
Oficial de Justicia, a tal empresa, a tal funcionario, a tal empresa estatal?”.
Su
respuesta, cargada de lógica, fue: “Porque no tenían activo el medidor, porque
no estaban registrados en el consumo, porque lo que no pagaban se trasladaba al
cuadro tarifario para que lo paguen los demás, y porque es justo que abonen por
la luz como cualquier vecino, sin privilegios ni impunidades”.
Continuaba
creciendo la antipatía y la animosidad de sus superiores hacia su ya inaceptable
figura. Empezó a padecer el rigor de la discriminación y de la persecución. Éstas
eran alimentadas por el hombre fuerte de la empresa, Carlos E. Camargo,
funcionario a quien sindica como “gestor de decisiones administrativas y
económicas que subordinaban a la empresa al prebendarismo político y nepótico”.
La
gota que finalmente desbordó el vaso cayó en el área comercial, a cargo del
contador Roberto Farías. Allí se generaron “conflictos y hechos confusos
ocasionados por el desorden administrativo estructural que presentaba la
empresa”. Conde Olgado, porque era lo que le correspondía hacer como delegado
gremial, presentó escritos reclamando medidas correctivas. Por éste camino logró
que el ingeniero Camargo instruyera un sumario.
Increíblemente,
dicho “sumario” concluyó de la manera más impensada para el luchador gremial:
dictaminó que el culpable de todo cuanto ocurría era él. Despedido el 14 de
abril de 1999, se quedó sólo, como un boxeador en medio del ring. Hasta el
Sindicato Luz y Fuerza Mercedes lo dejó librado a su suerte.
Muchos
fueron los esfuerzos extrajudiciales realizados por el damnificado, incluso con
intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación, para que se retrotrajera a
fojas cero su inconstitucional y antijurídico despido. No hubo caso. Cuando ya
se le vencían los plazos legales para presentar sus reclamos en sede judicial,
en diciembre del 2000 decidió acudir a la Justicia.
Siete
meses después, el 12 de julio de 2000, instaló su carpa en la vereda de la
empresa Secheep. Esta carpa, ya registrada en el Récord Guinnes, a quince años
de distancia sigue formando parte del paisaje urbano de la zona céntrica de
Resistencia.
La
carpa “subversiva”
Desde
esa carpa el despedido continuó defendiendo los recursos humanos y
patrimoniales de la empresa. Todavía en la “era Camargo”, fue el rostro visible
de una acción que evitó el despido de al menos 82 empleados. Su improvisado
hogar, ubicado a pocos metros del Directorio, funcionaba también como un órgano
de control externo dedicado a poner freno a las arbitrariedades.
Como
toda acción produce una reacción, del otro lado reaccionaron con amenazas y
denuncias. Manos anónimas incendiaron su carpa que, a la vez, era y es su
hogar.
Lo
denunciaron ante la justicia federal por “subversivo”, lo acusaron de provocar
la caída de varias torres en Puerto Bastiani, y que había explosivos en su
carpa. Fue atacado físicamente por un ingeniero de la empresa llamado Carlos
Busemi, donde el que terminó preso fue él. Conde Olgado estuvo tres días
internado en el Sanatorio Frangioli por la conmoción cerebral resultante de
dicho ataque. Durante mucho tiempo debió convivir con la vigilancia permanente
de dos cámaras orientadas hacia la carpa, instaladas en una de las paredes de
Secheep, sobre calle Sáenz Peña.
Mientras
tanto, en sede judicial, gremial y mediática el damnificado proclamaba que su
objetivo no era otro que la restitución a su puesto de trabajo por haber sido
despedido en base a pruebas y documentaciones falsificadas.
Una
vez se le ofreció una indemnización, que rechazó. Lo acusaron entonces de
intransigente, acusación que hasta hoy niega. Sostiene que habiendo sido
despedido por medio de un sumario antijurídico, con violación de sus fueros
gremiales, y habiendo sido discriminado, perseguido y tratado culposamente por
la empresa lo que corresponde no es una indemnización sino una reinstalación en
su puesto de trabajo y el pago de los salarios caídos.
Hoy,
después de tantos años de lucha y a pocos días de celebrar el decimoquinto
aniversario de la instalación de su carpa de protesta, se manifiesta convencido
de que “los reclamos en paz tardan demasiado”. Ahora le parece que la carpa
pacífica ha sido, después de todo, un error de estrategia. “Hubiera apelado a
un medio no pacífico, no violento, pero tampoco pacífico, para recuperar lo que
legítimamente es mío: mi trabajo”, concluye.
Voces a favor
de la víctima
“Solicitar
a la empresa Secheep que arbitre los medios necesarios para reincorporar a la
planta de la empresa al ciudadano Miguel Conde Olgado, quien mantiene un
conflicto judicial con la misma desde hace más de una década”. (Resolución de la Cámara de Diputados del
Chaco).
“La
situación personal y familiar que viene padeciendo el señor Conde Olgado en los
últimos ocho años caería dentro de lo que ésta Subsecretaría considera como una
clara y manifiesta violación sistemática de derechos humanos, por lo que
consideramos que la reincorporación inmediata a su puesto de trabajo es el
camino legítimo y garantizado para el goce pleno y efectivo de los derechos
humanos que como persona merece el señor Miguel Benito Conde Olgado” (Dictámen de la Subsecretaría de Derechos
Humanos de la provincia. Marzo de 2008).
“La
empresa Secheep deberá retrotraer el estado de cosas al existente con
anterioridad a los hechos que determinaron el presente conflicto con relación a
los agentes Roberto Alfredo Salas y Miguel Benito Conde Olgado” (Dirección Provincial del Trabajo. 29 de
marzo de 1999).
“De
accederse y efectivizarse el acta-acuerdo preanunciado, con la debida
conformación del señor Gobernador de la provincia, constituiría un hecho muy
trascendente que a mi criterio reivindicaría al Estado provincial de un hecho
lamentable como es el despido arbitrario de un trabajador del sector público,
motorizado por autoridades de la empresa energética provincial. Al mismo
tiempo, haría prevalecer y fortalecer todo el rico articulado de nuestra Carta
Magna provincial, constituyendo un antecedente jurídico muy valioso del debido
respeto a las garantías constitucionales expuestas en la Constitución Nacional,
en defensa de la fuente laboral y de los derechos humanos de los chaqueños” (Contador Raúl John París, Fiscal del
Tribunal de Cuentas de la provincia).
“Atento
a haberse violado los fueros gremiales del trabajador Miguel Conde Olgado,
corresponde su reintegro a su puesto de trabajo en la empresa Secheep” (Defensoría del Pueblo de la Provincia del
Chaco).
“El
Sindicato Organización de Trabajadores de Energía del Chaco (OTECH) se dirige a
ese organismo internacional con el fin de realizar formal denuncia respecto de
la situación de injusticia, discriminación, persecución y violación de derechos
humanos, laborales y sindicales por la que atraviesa un trabajador argentino,
con fueros gremiales al momento de su despido arbitrario, hace quince años” (Carta enviada a la Organización
Internacional del Trabajo el 10 de
diciembre de 2014).
“Se
establece que los funcionarios de Secheep persiguieron, menoscabaron,
restringieron y obstruyeron la actividad sindical, violándose garantías
constitucionales” (Cámara de Apelaciones
del Trabajo de la provincia. 12 de mayo de 2004).
“Atento
al estado de injusticia extrema por la que atraviesa el compañero trabajador de
la energía Miguel Benito Conde Olgado, y como corolario la de su familia, al
haber sido despedido el 15/4/99, antijurídicamente de su puesto de trabajo, en
Servicios Energéticos del Chaco Empresa del Estado Provincial (SECHEEP),
conforme lo avalan fallos firmes del Poder Judicial del Chaco, teniendo fueros
sindicales y en violación de la estabilidad absoluta de que goza el empleado
público, la Asociación Civil en Defensa del Derecho de la Ciudadanía, y
organizaciones sociales y políticas y comunitarias se movilizan en defensa del
trabajador ante la falta de solución del conflicto laboral que ya lleva
dieciséis años, y manifiesta su preocupación ante la insensibilidad del
Gobierno de la Provincia del Chaco en solucionar el mismo, lo cual no tiene
razón de ser en un gobierno justicialista que siempre tuvo su opción
preferencial por los trabajadores y cuya plataforma política se nutre de la
Doctrina Social de la Iglesia” (Nota
firmada por aproximadamente veinte organizaciones y elevada el pasado 8 de
junio al arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus).
Estimado:
Aquí
va lo solicitado. Sirva la presente de suficiente autorización
para
el uso que desee darle a esta nota.
Saludos,
y mucha suerte. Vidal.
entrevistasvm@hotmail.com