sábado, 28 de septiembre de 2013

Jorge Capitanich, Vetorial y el riesgo empresarial


Jorge Capitanich, Vetorial y el riesgo empresarial
Ante el desistimiento de la instalación de la planta de arrabio en la localidad de Puerto Vilelas, salió a la luz el modo en que el gobierno del Chaco promueve la radicación de emprendimientos industriales, situación ésta que provocó variados temores en la ciudadanía, debido a las importantes inversiones estatales afectadas en el proyecto.
Además el preguntarse quién corre con los costos de esos emprendimientos, generalmente de origen foráneos, ya que el Estado en usos de sus funciones de promover productividad y desarrollo, para impulsar el pleno empleo, otorga prácticamente todos los recursos con el fin de estimular su asentamiento en la zona.
La condición de empresario lleva consigo la existencia implícita de un riesgo, ya que el inicio de una actividad implica la afectación de recursos financieros, económicos y humanos, que lo debe realizar quien toma la decisión de invertir. La capacidad empresarial es uno de los factores de la producción y su retribución es el beneficio, dicha capacidad involucra un riesgo, que se lo asocia a la palabra peligro, aunque esta última acepción se relaciona más con la posibilidad de daño o perjuicio, en cambio el riesgo implica vulnerabilidad. El término hace referencia a la proximidad o contingencia de un posible daño. También podemos decir que está relacionado con el término amenaza, que anticipa un posible daño.
En ese sentido, el enemigo de todo empresario inversor es el riesgo, que no son más que apuestas de futuro en entornos con mayor o menor incertidumbre. Para recibir la retribución del beneficio, primero se debe correr con el riesgo, pero resulta que en el Chaco en vez de promover la radicación de empresarios, que tengan la intención de correr con el riesgo, de invertir primero para después cosechar los beneficios, nos encontramos con un nuevo tipo de empresas: "Parasitarias" donde el estado financia prácticamente la totalidad del capital inicial, haciéndose cargo del riesgo económico y financiero que implica su implementación. El empresario solo gestiona los recursos que el Estado pone a su disposición gratuitamente, recibiendo además una serie de beneficios tributarios (renta, impuestos municipales), patrimoniales, préstamos a tasas subsidiadas, energía eléctrica, agua, entre otras, que lo paga el pueblo. En el caso de la energía eléctrica actualmente el usuario de Secheep financiaría el consumo de 150 empresas, que lo debería hacer el estado aplicando políticas de incentivo pero a través de rentas generales.
Este tipo de inversión sirve durante un tiempo para las estadísticas y el relato oficial, para hacer creer que se instaló una empresa genuina, que aumentará la ocupación de mano de obra y la incorporación de valor agregado a la economía. Pero cuando estas empresas deciden marchar porque ya no pueden sacar beneficios, qué pasa con todo lo que se invirtió y con la mano de obra que queda desocupada?
La empresa es una unidad básica de producción. Es un sistema social en el que se integran un conjunto de personas y medios (afectación de capital) con los que conseguir objetivos normalmente económicos. Pero, los empresarios que se instalan en la provincia del Chaco, no invierten nada y es el estado el que aporta todo, corriendo con el riesgo empresario. Ante esta situación de cero riesgo, no hay una preocupación por agudizar el ingenio para lograr una mayor eficiencia con el ánimo de recuperar lo invertido lo más pronto posible, simplemente porque ellos no han corrido con ninguno, al contrario tratan de obtener el mayor beneficio al menor costo y tiempo posible y cuando ya no pueden obtenerlos, emigran del lugar dejando deudas y obreros en la calle. De esas historias tenemos muestras.
La Asociación Civil en Defensa del Derecho de la Ciudadanía , está a favor de la radicación de emprendimientos industriales generadores de riquezas que conducen a la ocupación plena de mano de obra, pero no de la manera en que se lo está promoviendo en el cual los foráneos reciben todos y los empresarios locales, salvo que tengan contactos directos, no reciben apoyo gubernamental.
Si le vamos a dar todos para que se radiquen, por qué no se lo damos a nuestros empresarios, a aquellos que los hemos visto trabajar a través del tiempo entre nosotros, que sabemos que no se van a ir y que realmente van a hacer todo lo posible para que el emprendimiento funcione y sea sustentable. Claro, con los controles pertinentes, porque la gente es buena, pero cuando se los controla son mejores.
La función de todo gobierno es crear y promover políticas de estados perdurable en el tiempo de manera tal de generar las condiciones favorables tanto económicas, financieras, tributarias, etc. para que sea rentable la instalación de proyectos industriales en la provincia, pero el riesgo empresario debe afrontar quien toma la decisión de invertir. De esa manera se va a contribuir a un proceso armonioso, sostenible y duradero en el tiempo de crecimiento genuino industrial, en beneficio de todas las familias de los chaqueños.
Miguel Benito Conde Olgado
Dni 12343551
www.miguelcondeolgado.blogspot.com




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