jueves, 17 de abril de 2014

Miguel Conde Olgado 15 años de postergación e injusticia. Quien quiera anular a otro ser humano tiene que impedirle que trabaje


Miguel Conde Olgado 15 años de  postergación e injusticia. Quien quiera anular a otro ser humano tiene que impedirle que trabaje

Por Roli Pérez Beveraggi

 

Son 15 años nada más y nada menos que quince años, han pasada ya tres administraciones gubernamentales la de Ángel Rozas, cuando se genera el conflicto, Roy Nikisch; Jorge Milton Capitanich y está en curso la administración de Juan Carlos Bacileff Ivanoff y la herida sigue abierta, porque  la carpa está ahí, porque nadie ha reparado la Injusticia. Son 1 5 años de vida de frustraciones y desilusiones.

Para que tengamos idea del tiempo, todavía presidia el país Carlos Menem. No habían sucedido los hechos dramáticos del 2001, los 5 presidentes, la década kirchnerista.      

El 15 de abril Miguel Conde Olgado cumple 15 años de protesto, contra su patronal la empresa del Estado SECHEEP que Injusta y arbitrariamente lo hecho de su seno, concurriendo en una Injusticia intolerante. Ya que Conde por ser delegado gremial tenia doble protección constitucional.  La Constitución nacional garantiza la tutela sindical y la estabilidad absoluta del empleado público.

En el año 2005 lo justicia se expidió en 2° instancia, en un fallo laboral ejemplar, se expresó rotundamente a favor de las demandas y los derechos de Miguel Conde Olgado. La justicia dijo que: "la patronal violó la protección sindical y declaró nulo el sumario y el despido, estableciendo claramente que los funcionarios persiguieron, menoscabaron, restringieron y obstruyeron la actividad sindical legítima que desempeñaba, que hubo trato arbitrario, persecución y discriminación, que Incurrieron en conductas Injuriantes en contra de la dignidad de la persona del trabajador. Los jueces hablan por sus fallos.

La emblemática carpa de Miguel resiste estoicamente frente a lo administración de SECHEEP como un gallardete, dejando una mancha indeleble a la comunidad toda, que pide a gritos una solución al conflicto y el allí como un abanderado de la dignidad y del orgullo.

Su mayor delito fue tener la osadía y el coraje de hacer públicas graves denuncias sobre el vaciamiento de la empresa y la paulatina privatización, como de tercerizar los servicios.

Sus injustos perseguidores no contaron nunca con la tenacidad de Miguel, quien transformó su infortunio personal en una carpa de protesta, que es una cátedra de docencia ciudadana, de cómo debemos defender nuestros derechos contra los abusos de los funcionarios.

Dejando una herida abierta que nos acusa y cuestiona por nuestra flojera. Fiel a sus principios y su conducta espera, pero ¡hasta cuándo la espera! Por favor señores gobernantes terminen con esta injusticia o tienen que pasar 15 años más o los años que le queden por vivir a Miguel.  Sera que un día leeremos el epitafio “acá murió dignamente en su carpa un trabajador, un luchador; de nuestro ciudad".
Por favor va a ser muy triste para los Resistencianos.

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